El autor considera a la administración como una disciplina social que trata del comportamiento de las personas y de las instituciones, y lo mas importante que menciona que la administración son la suposiciones básicas y un cambio en las suposiciones básicas resulta aun más importante. el autor plantea la relación entre las actuales ideologías administrativas, la tendencia a la globalización, La preparación para adelantarse y liderar el cambio, y los componentes humanistas y personales, como un desafío para quienes tienen en sus manos el funcionamiento y el éxito de las organizaciones. Pues la gerencia es el órgano distintivo de toda organización, y de esta depende, en gran parte, la economía y la comunidad moderna, pues, como lo define Drucker: “El centro de una sociedad, .....es la institución, administrada como el órgano de la sociedad que está para producir resultados, y la administración es la herramienta específica, la función específica, el instrumento específico que capacita a la administración para que produzca resultados”.
Tal desafío consiste básicamente en la integración, la diversificación, la innovación, y la creación de estrategias que permitan asumir los cambios, y desenvolverse fácilmente en los mercados mundiales.
Para lograrlo, es necesario desprenderse de las antiguas concepciones administrativas que se dedicaban a crear estructuras y jerarquías, buscando únicamente resultados operativos, haciendo a las empresas débiles y renuentes al cambio.
La administración, hoy en día, se debe apoyar en el funcionamiento de las empresas, a partir de fines comunes, a nivel interno, por parte de quienes la componen, y a nivel externo, con el fin de integrar intereses políticos y sociales, consolidando la empresa en el mercado. Este conocimiento e integración de factores influyentes en la empresa, es lo que se denomina globalización.
El propósito de la gerencia, desde un “punto de vista globalizado”, es por tanto, la creación de planes y objetivos, basados en el análisis de todo lo que afecte a la institución aunque sean aspectos exteriores que no se encuentren bajo el control de la institución.